
La temporada ciclónica en el Atlántico inició oficialmente ayer 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre. Durante este período, la República Dominicana, por su ubicación geográfica, se encuentra en una zona de incorporación vulnerabilidad en presencia de fenómenos como tormentas tropicales y huracanes, eventos que pueden causar lluvias intensas, vientos fuertes, inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando a comunidades, infraestructuras y servicios básicos.
Según estimaciones de organismos meteorológicos internacionales como el Centro Doméstico de Huracanes (NHC) y la Oficina Doméstico de Meteorología (ONAMET), se paciencia una temporada activa, con condiciones propicias para la formación de ciclones conveniente a factores como las altas temperaturas en el Atlántico y la posible presencia del aberración climático La Pupila.
Se prevén entre 14 a 21 tormentas nombradas, de las cuales 6 a 11 podrían convertirse en huracanes y 2 a 5 alcanzarían categoría veterano (3 o más en la escalera Saffir-Simpson).
Es preciso que desde ya se inicien los preparativos para proteger vidas y propiedades.
La preparación para la temporada ciclónica no es solo es tarea del gobierno o las autoridades; es responsabilidad de todos los ciudadanos. La prevención y la movimiento oportuna pueden excluir vidas y minimizar los daños.
En estos meses, seamos conscientes, solidarios y proactivos. Prepararnos hoy es proteger nuestro mañana.