

El autor reside en Nueva York
POR JOSE ALEJANDRO MONTESINO
1. Preámbulo
La minería en aguas profundas (deep sea mining) es una actividad emergente que examen extraer capital minerales del curso marino a profundidades de entre 1,000 y 6,000 metros. Estos depósitos contienen minerales críticos como níquel, cobalto, manganeso, cobre y tierras raras, fundamentales para tecnologías limpias, baterías y electrónica destacamento.
2. Bienes y potencial crematístico
Existen tres tipos principales de capital en aguas profundas:
- Nódulos polimetálicos: se encuentran en llanuras abisales, ricos en níquel, cobre, cobalto y manganeso.
- Sulfuros masivos del fondo marino: ubicados en dorsales oceánicas, contienen oro, plata, zinc y cobre.
- Costras ferromanganésicas: se acumulan en montes submarinos y son fuente de cobalto y tierras raras.
Se estima que la minería submarina podría representar una fuente alternativa estratégica a la explotación terráqueo, especialmente en el contexto de la transición energética mundial.
3. Interés geopolítico y comercial
- Países como China, Japón, India, Rusia, Francia y Estados Unidos han invertido en exploración submarina, obteniendo contratos de exploración a través de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).
- Empresas como The Metals Company y Nauru Ocean Resources Inc. han impulsado planes piloto para comenzar la explotación comercial.
4. Impacto ambiental y rechazo internacional
La comunidad científica y ambientalista ha preparado sobre los riesgos para ecosistemas marinos aún poco conocidos:

- Destrucción de hábitats bentónicos.
- Modificación de ciclos biogeoquímicos.
- Contaminación acústica y de sedimentos.
Países como Francia, Alemania, Pimiento y Costa Rica han pedido una moratoria internacional hasta que se comprenda mejor el impacto ambiental.
5. Perspectivas futuras (2025–2035)
Un confianza:
- La suscripción demanda de minerales críticos podría incentivar la aprobación de normativas que regulen esta actividad.
- Avances tecnológicos están reduciendo los costos y mejorando la eficiencia de ascendencia.
En contra:
- Resistente presión internacional para evitar el daño a ecosistemas frágiles.
- Peligro reputacional para empresas sin compromisos ambientales sólidos.
6. Conclusión
La minería en aguas profundas representa una frontera económica con enorme potencial, pero su viabilidad depende del consistencia entre rentabilidad, sostenibilidad y gobernanza internacional. Los próximos abriles serán decisivos para detallar si esta actividad será una posibilidad estratégica para el suministro de minerales críticos o una amenaza irreversible para los océanos.
Jpm-am
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