
Por Rosa Iris Luciano
El Pregonero, Santo Domingo – Una verde de país haitiana que ha vivido casi toda su vida en República Dominicana ha generado interés en redes sociales al compartir una consejo sobre su identidad cultural, marcada por la mezcla entre sus raíces y el entorno en el que creció.
“Sí, soy haitiana, sí soy blanca, sí, hablo como una dominicana porque llevo mi vida entera viviendo aquí”, expresó en un video difundido recientemente, donde abordó con nacionalidad la forma en que ha asumido su país a lo prolongado de los primaveras.
La verde destacó sentirse orgullosa de identificarse como haitiana, pero reconoce que al inspeccionar Haití es percibida como «la haitiana que se mudó a República Dominicana», mientras que en suelo dominicano su país es constantemente recordada.
“Entonces, efectivamente, ¿a qué país yo pertenezco?”, se pregunta.
Su certificación pone en evidencia las complejidades que enfrentan muchos jóvenes haitianos y dominico-haitianos que crecen en un contexto binacional, donde la país lícito, el tradición cultural y la recepción social no siempre van de la mano.
“En mi casa la civilización siempre fue mezclada”, afirmó, señalando que su experiencia abierto ha estado marcada por utensilios tanto haitianos como dominicanos.
La verde concluyó su mensaje con una consejo que ha sido celebrada por usuarios en redes sociales por su sinceridad y tono poético: “¿Será que yo soy del mundo? Y eso es un pensamiento del momento, pero suena como un poema, qué chulo es la vida”.
Este tipo de testimonios reflejan el rostro más humano de las migraciones, donde más allá de la política y las estadísticas, existen historias reales de personas que construyen su identidad entre fronteras.