
El mercado profesional dominicano ha estado compuesto por una mayoría informal, que en los últimos diez abriles nunca ha sido último de un 55%. Por eso, cuando el presidente Luis Abinader planteó una meta de dominar la informalidad profesional a un 50% en los próximos tres abriles (al 2028), el ministro de Trabajo de entonces, Luis Miguel de Camps, le dijo que se trataba de una intención muy difícil de cumplir.
Sin confiscación, y tal vez por tratarse de un país presidencialista, la disposición del mandatario ha sido acatada seriamente por las autoridades monetarias del Sotabanco Central (BC), institución que realiza cada tres meses una “Averiguación Doméstico Continua de Fuerza de Trabajo” (ENCFT) donde se establece la cantidad de empleos formales e informales del país.
Sorprendentemente, durante el primer trimestre de este año, la informalidad profesional bajó a 53.5% en comparación con igual período del 2024, es aseverar, en los últimos 12 meses, por lo que todo parece indicar que la meta de bajarla a un 50% se cumplirá, aunque con datos sobre la coexistentes de empleos que no parecen sustentarse en la existencia profesional actual.
De acuerdo con la averiguación del BC, en el final año se generaron 188,658 nuevos empleos formales, mientras que los empleos informales se redujeron en 12,077, por lo que la formalidad profesional neta aumentó en 176,581 puestos.
De esa forma, según la ENCFT, la cantidad de empleados formales pasó a 2,382,890 (46.5%) y los informales se ubicaron en 2,734,657 (53.5%), para un total de 5,117,548. Eso indica que en solo un año la informalidad bajó de 55.6% (primer trimestre 2024) a 53.5%, es aseverar, en igual período de este año, 2.1 puntos porcentuales.
Diferencias notables
Los datos del BC son los oficiales, es aseverar, los que asume el Gobierno y los que toman como remisión los organismos internacionales cuando analizan el mercado profesional dominicano. Sin confiscación, se prostitución de una averiguación, donde se hacen inclusiones que no necesariamente son empleos formales reales.
De acuerdo con las estadísticas de la Gestión de la Seguridad Social (TSS), desde el primer trimestre de 2024 al mismo período de este año se agregaron al registro de empleos formales generados por el sector privado aproximadamente 38,065 nuevos cotizantes, es aseverar, esa fue la cantidad de nuevos empleos que habría generado el sector privado. En tanto que, por el costado del Estado se agregaron 17,205 para un total de nuevos empleos formales (cotizantes en la seguridad social) de 55,274 puestos.
Pero no se puede aseverar que los empleos formales del Estado son los que contabiliza la TSS, porque hay muchas instituciones estatales autónomas que no cotizan a la seguridad social a través de la Ley 87-01 y luego no aparecen todos en la data de esa institución.
Los que sí aparecen completos son los empleados del sector privado, porque todos deben cotizar a la seguridad social mediante la ley mencionada, por lo que la data de la TSS es confiable en cuanto a los empleos en empresas privadas, los cuales crecieron solo en 38,065 durante el final año.
En entonces, ¿de dónde salieron los casi 138,500 adicionales que el BC menciona como nuevos empleos formales? La respuesta es combinada. De acuerdo con el decano de la Cátedra de Heredad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco, muchos de los nuevos empleos formales fueron generados por el propio Estado, con la entrada de trabajadores en los sectores de vitalidad, educación, institutos castrenses, seguridad ciudadana y transporte.
Pero aún así, la cantidad sigue siendo aparentemente exagerada para un solo año. Otra explicación está en el hecho de que, en la ENCFT, el Sotabanco Central incluye como empleos formales los registros de una data que no necesariamente los tiene o que pueden implicar una duplicidad: el Registro Doméstico de Contribuyentes (RNC) de la Dirección Normal de Impuestos Internos (DGII).
De acuerdo con la ENCFT, en los “empleos formales”, se incluyen los “ocupados formales, aquellos asalariados (empleados públicos, privados y servicio doméstico) que tienen el beneficio de seguridad social (seguro de vitalidad y/o plan de pensión) por su trabajo”.
Adicionalmente, el Sotabanco Central incluye como “empleos formales” a “aquellos empleadores y (trabajadores por) cuenta propia cuya mecanismo de producción se encuentra inscrita en el RNC”.
Esa parte, es aseverar, la inclusión como empleados formales de todos los que están registrados como persona física frente a la DGII, independientemente de que estén activos o no, es lo que adiciona una cantidad de “empleos formales nuevos” que no necesariamente los son.
Empleos no claros
Un empleado formal que trabaja en una empresa puede, a su vez, estar registrado como persona física, realice o no trabajos independientes. Para la data del BC esos serían dos empleos formales, cuando en existencia es uno solo.
Por otra parte, hay una cantidad de empresas registradas con RNC, pero inactivas, por lo que si ponen una cantidad de empleados en el papel, no los tiene en existencia, lo que se conoce como “empresas de carpeta”.
Aun así, esos registros son incluidos en la cantidad de “empleos formales” que cuantifica el Sotabanco Central en su ENCFT, de acuerdo con la letrero que consta al pie de la data estadísticas que presentan en su portal institucional de “mercado de trabajo”.