Ginebra, 19 de Mayo (EFE).- La Ordenamiento Mundial de la Lozanía (OMS) reducirá a la centro sus departamentos, así como los miembros de su equipo directivo con el fin de eliminar gastos y poder sobrevivir al recortadura de la financiación del Gobierno de Estados Unidos.

Una de las primeras decisiones del presidente Donald Trump al iniciar su segundo mandato fue retirar a su país de la OMS, lo que ha dejado a la estructura estafa problemas financieros y le ha obligado a reformular su próximo presupuesto bienal (2026-2027), disminuyéndolo a 4.200 millones de dólares, frente a los 5.300 millones planificado inicialmente.

Esto coincide con los cortaduras paralelos de la ayuda internacional de Estados Unidos, que están afectando el paso a la vitalidad en setenta países que “imparcialmente ahora necesitan una OMS robusto”, dijo su director universal, Tedros adhanom ghebreyesusen la primera caminata de la asamblea anual de la estructura En presencia de ministros y responsables de la Sanidad de los más de 190 países miembros de la OMS, Tedros confirmó que no queda otra alternativa que resumir personal y comprimir las prioridades porque “la estructura no puede hacer todo lo que los Estados miembros le piden con los capital de los que dispone”. Se ha calculado que la brecha salarial para el bienio 2026-2007 se eleva a 500 millones dólares.

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En esta Asamblea, que se ha iniciado con un tono llano por esta crisis, los Estados miembros deberán no solo aprobar un presupuesto para los cercano dos abriles escaso a 4.200 millones de dólares (21 % menos de lo proyectado antiguamente del regreso de Trump a la Casa Blanca), sino comprometerse a que dotará a la estructura con estos capital.

Advertida de que esta situación podía sobrevenir, ya que Trump había decidido en su primer mandado retirar a EE.UU. de la estructura -decisión que fue revocada luego por el presidente Joe Biden-, la OMS emprendió hace algunos abriles una reforma financiera.

Una de las medidas centrales fue suscitar a los Estados miembros que sus contribuciones obligatorias debían aumentar progresivamente hasta representar al menos el 50 % del presupuesto de cojín, que en los más de 75 abriles de encaje de la estructura había sido financiado principalmente por contribuciones voluntarias de los países. Tanto en contribuciones obligatorias como voluntarias,

Estados Unidos había sido siempre el primer donante de la OMS. En la situación coetáneo, sumadas las contribuciones obligatorias y un mecanismo adicional existente para la cobranza de donaciones, la OMS podría tener asegurados 2.600 millones de dólares o el 60 % del total, lo que dejaría una brecha de 1.700 millones.

“Sabemos que con el panorama coetáneo, movilizar esa suma será difícil”, reconoció Tedros, quien recordó que se alcahuetería de una apresurar ridícula si se compara con los “2.100 millones de gastos militares en el mundo cada ocho horas” o que esta última número equivale igualmente al precio de un bombardero.

El hecho de que esta situación crítica para la OMS coincida con el aumento de las micción sanitarias en los países más vUlnerables por la reducción universal de la ayuda internacional de EE.UU. es una mala novedad adicional.

“En al menos setenta países los pacientes no están recibiendo sus tratamientos, los centros de vitalidad han cerrado, trabajadores sanitarias han perdido sus empleos y más muchedumbre debe satisfacer de sus bolsillos los gastos (médicos), recalcó Tedros. EFE