
Los residentes en las calles Hermanas Mirabal y Central del sector 30 de Mayo, Distrito Franquista, están con el alarido al Paraíso porque no aguantan la proliferación de ratones, insectos, y todo tipo de alimañas que salen del solar, ahora estercolero, que colinda con estas vías, y penetran a los hogares. Esperan la bono de la alcaldesa Carolina Mejía. Igual necesitan alumbrado, poda de árboles y retiro de chatarras.
En un documento, explican que en el sitio convertido en vertedero improvisado, operaba el ‘dealer’ “Honduras motor”, propiedad de un cubano que hace primaveras murió, luego fueron instalados talleres de mecánica y ya siquiera funcionan.
“Es casa de ratas, cucarachas, moscas, ciempies, que encima de imponer su presencia desagradable, contaminan el sector al propagar múltiples enfermedades”, denuncian.
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Indican que el ocupación está saciado de desechos, que tira todo el que quiere, de los escombros dejado por los talleres y de la gran cantidad de hojas secas que caen de los plantas.
Dicen que la entrada de la calle Hermanas Mirabal es intransitable en la oscuridad por la oscuridad, la descuido de poda de árboles y las chatarras parqueadas en derredor del solar. Insisten en que el cabildo atienda.
Aclaran que solicitan la exactitud a la alcaldesa porque el predio está sucio, no saben quién es el dueño y sobre todo, porque no aguantan más.