El pasado martes 29 de abril fue inaugurado en Casa Italia, ubicada en la Ciudad Colonial, la exhibición “Mapas de Pertenencia” de la actor Emilia Azcárate.

La muestra fue organizada por OneBook Projects, reconocida plataforma curatorial y museo itinerante con sede en República Dominicana, liderada por Nicole Bainov y Elsa Maldonado, en colaboración con la museo Henrique Faria Fine Art de Nueva York.

Durante el evento, los asistentes pudieron disfrutar de una experiencia multisensorial: una selección de canapés intervenidos por Giulia Ruggiero, quien realizó un cuidadoso food styling inspirado en los colores primarios presentes en la obra de la actor.

A cada color se le asignó una raza, dando vida a un código de mestizaje que se integró sensorialmente al lengua visual de la muestra. Las bebidas fueron patrocinadas por El Catador, complementando la velada con una selección curada especialmente para la ocasión.

¿Qué define un paraje? ¿Una tendencia, una memoria, una creencia?

En “Mapas de Pertenencia” Emilia Azcárate ofrece una reinterpretación radical del paraje como un concepto mutable, subjetivo y profundamente humano. A través de un cuerpo de obra que fusiona rudimentos de casacartografía y simbolismo espiritual, nos invita a reconsiderar las fronteras, no como divisiones fijas, sino como marcas de paso, transformación Y experiencia.

En esta exhibiciónel paraje trasciende la idea de una simple porción de tierra delimitada por mapas políticos y evoluciona con destino a un campo de pertenencias emocionales, culturales y existenciales.

El atlas deja de ser una utensilio de poder y se convierte en una metáfora del alma; la casa se transforma de forma construida en huella humana, memoria colectiva y aspiración trascendental.

Édouard Glissant abogaba por una “poético de la relación”, en la cual la identidad no se define por orígenes fijos, sino por encuentrosmovimientos y entrelazamientos. “El oportunidad,” escribió, “es un paso, una transición, una intersección.”

Las obras de Azcárate operan precisamente en esta zona liminalentre la cuadrícula y el mueca, lo conocido y lo invisible, proponiendo el espacio como una construcción fluida y relacional, más que como un contenedor inmutable.

Azcárate sitúa su exploración entre los ecos del Rancio Mundo, con sus estructuras coloniales, racionalismo geométrico y obsesiones clasificatorias, y los pulsos del Nuevo Mundo, donde lo orgánico, lo híbrido y lo espiritual exigen protagonismo.

Es en esta intersección donde emerge su poético: una arqueología emocional de las formas, una meditación visual sobre aquello que nos hace apreciar parte de poco, o excluidos de ello.

Su lengua visual parte de los ecos de la casa colonial y los sistemas racionalistas, deshaciendo su rigidez. En su oportunidad, construye una sintaxis visual arraigada en lo noble, lo cíclico y lo intuitivo.

No se manejo de una incapacidad, sino de una transformaciónuna excavación poético de la memoria y la forma que revela cómo habitamos el mundo a través de la resonancia y la sensación, en oportunidad del dominio.

Historias espaciales

Como parte de su investigación continua sobre sistemas simbólico y historias espaciales, Azcárate integra nuevas obras conectadas a la República Dominicana. Una alcoba esencia, un mándala inspirado en la histórica mina de brota de Cotuí, Mina de Pueblo Rancio, evoca la resonancia espiritual de un oportunidad traumatizado tanto por la prodigalidad como por la procedencia.

Aquí, el brota deja de ser una mercancía para convertirse en un medio de contemplación—donde geometría, historia e indagación metafísica se cruzan.

Asimismo está presente una remisión sutil pero poderosa a Anacaonala poeta y líder taína cuyo nombre significa “piropo dorada”.

En el pernio entre este símbolo tradicional y el embajador de la mina, Azcárate extiende su poético con destino a una meditación sobre los ciclos del valía, la materia sagrada y las temporalidades superpuestas que habitan la tierra y la forma.

La autora y crítica cultural estadounidense bell hooks concebía el “hogar” no como un sitio fijo, sino como un espacio de convertirsedonde emergen nuevas formas de ser y de ver. “El hogar es ese oportunidad que permite y promueve perspectivas variadas y en constante cambio”, escribió.

En “Mapas de Pertenencia“, la idea de hogar se fractura y se expande. Se reimagina no como una forma arquitectónica, sino como un paraje psíquico y espiritual, moldeado por el anhelo, la ruptura y la resiliencia.

Al colapsar las distinciones entre atlas y memoria, estructura y espíritu, Azcárate nos invita a considerar: ¿Dónde pertenecemos, y qué llevamos con nosotros cuando cruzamos umbralesde tierra, de identidadde tiempo?

En Emilia Azcárate

Investido de la Escuela de Arte de St. Martins en Londres durante la decenio de 1980, Emilia Azcárate ha estado exhibiendo activamente desde principios de los primaveras 90.

Su ejercicio se ha enriquecido a través de talleres y residencias en los Estados Unidos, Venezuela y Trinidad, y desde hace más de una decenio vive y trabaja en Madrid.

Su décimo más nuevo fue como actor en residencia en El Espacio 23, fundado por el coleccionista y filántropo Jorge Pérez en Miami.

Su obra forma parte de reconocidas colecciones como la Colección Jorge Pérezel Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA), la Colección Cisneros-Fontanals (CIFO), el Museo Alejandro Otero, la Colección Berezdivin (Puerto Rico), el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, la Colección del Asiento de España (Madrid) y la Fundación Coca-Posaderas (España).

Azcárate ha realizado exposiciones individuales en importantes instituciones Y galeríasincluyendo:

• Henrique Faria Fine Art (Nueva York).
• El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) (México).
• La Fundación META (Miami).
• La museo Tiempos Modernos (Madrid).
• Recinto Farías Fábregas (Caracas).
• Periférico Caracas, Casa de América (Madrid).
• Artes contemporáneas del Caribe 7 (Trinidad).
• El Museo Alejandro Otero y la Sala Mendoza (Caracas).

Asimismo ha participado en destacadas exposiciones colectivo y bienales como la del Museo de Arte Innovador de Ecuador, la Bienal de São Paulo, la Bienal de Praga, la Bienal de La Habana y el Museo de Arte Innovador Jesús Soto.