
Estamos viviendo momentos económicos mundiales muy inciertos. Puede ser que todo salga fantásticamente aceptablemente, o que algunos o todos tengamos que morar una crisis diferente a las anteriores.
–¿Qué puedo hacer para alertar, Diego Sosa?
Definitivamente, la vida no será lo que pudo sobrevenir sido cuando planificamos el 2025. Los aranceles mundiales han llevado a aumento de costos, lo que llevará a aumento de precios. Por otro banda, se interrumpió la dependencia de suministros, lo que llevará a escasez, esto debe igualmente aumentar precios.
Claro, si los precios subirán podemos imaginarnos que los ingresos igualmente. Lo que no sabemos es cuándo. Sabemos que en la mayoría de los casos suben mucho más tarde que la inflación positivo.
Cuatro estrategias
Sugiero tener cuatro actitudes básicas a alertar que en un futuro cercano el ingreso no sea suficiente para seguir adquiriendo lo que adquirimos:
- Aumentar el aporte a mi patrimonio: Este es lo que en efectividad tenemos. La suma de todo lo que poseemos (riqueza e inversiones) menos todo lo que debemos. Podemos aumentarlo de tres formas: Aumentando lo que tenemos, disminuyendo lo que debemos o combinando ambas. Algunos se centran en aumentar su fondo de emergenciapara mí no hay emergencias cuando tenemos herencia suficiente para afrontar gastos fuera del presupuesto. De no tenerlo, sí se convierte en emergencia.
- Desgastar menos por emoción y más por razón: Las emociones son enemigas de unas finanzas sanas. Si tengo pasta apartado para comprar por emoción, para mí es una negocio racional, vale aclarar. Me refiero a cuando sé que compraré por una alegría que me causará sin tener presupuesto habitable. Muchas veces sabiendo que tendrá como consecuencia un dolor. A veces puedo explorar esas compras por frases que me vienen a la mente: Puedo y me lo merezco; ¿Y para qué yo trabajo?; ¿Y si me muero mañana?; La vida es ahora; etc. Encima, cada uno se conoce y sabe su situación financiera.
- Despabilarse impureza en mis gastos: Algunos gastos se pueden someter sin ningún dolor. El recinto que no utilizo, la suscripción que no uso, servicios repetidos, más tarjetas de crédito de las que debería, adquisiciones pequeñas en demasía, cargos por servicios que no uso ni usaré como muchos que nos ponen en las tarjetas de crédito, intereses de créditos que puedo evitar, etc. Revisa, te aseguro que encontrarás muchos gastos duendes, fantasmas y vampiros.
- Convertir la reducción de gastos en parquedad positivo: Desde que cancele un compra debo llevarlo a una cuenta de inversiones. Si pagaba un recinto que no usaba, pongo un débito instintivo a mi cuenta de inversiones por el mismo valía que pagaba. De lo contrario, usaré ese pasta para gastos del apartado 2.
Sabemos que la vida es cada día más cara. Pero lo que se viene no tiene cómo medirse desde hoy. Los que elaboran las estadísticas son los mismos que crean las condiciones.
Tienen un arte para sostener las cosas que nos puede transigir a creer que todo está igual y que de ausencia hay que preocuparse. En esto coincido: ¿Para qué preocuparme si puedo ya ocuparme?