
Los Angeles Lakers cerraron este miércoles su temporada con una dura matanza en primera ronda delante los Minnesota Timberwolves (1-4), pero miran con ilusión y esperanza a un futuro con Luka Doncic al frente de la franquicia de púrpura y oro.
Por encima de todo, esta temporada de los angelinos será recordada por el traspaso de Doncic desde los Dallas Mavericks en una de las operaciones más impactantes y asombrosas de la historia de la NBA. Es cierto que se desprendieron de Anthony Davis, campeón en 2020 y uno de los interiores más dominantes de los últimos abriles, pero a cambio la franquicia más glamurosa de la NBA recibió a un deportista generacional que aspira a unir su nombre a la serie de iconos de Los Ángeles: ‘Magic’ Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Kobe Bryant, Jerry West, Wilt Chamberlain, Shaquille O’Neal, Pau Gasol…
Varapalo para Doncic
Curiosamente, un año luego de caer en las NBA Finals con Mavericks delante Celtic, Luka Doncic fue eliminado con Lakers en la primera ronda de los playoffs.
La fotografía de su primicia era sensacional: el 77 de Doncic adjunto al 23 de LeBron James. Pero el primer dictamen incluso era evidente en una plantilla con serios agujeros, sobre todo en la zona con un Jaxson Hayes que acabó siendo insuficiente para un equipo con ansia en el playoff y que en el partido de esta tenebrosidad ni siquiera pisó la cancha un segundo.
Sin incautación, ¿quién no podría ilusionarse con LeBron y Doncic juntos? ¿Y quién no podría propalar las campanas al planeo tras el prometedor final de temporada de los Lakers? El esloveno debutó el 10 de febrero con 31-19 de arqueo para los Lakers. Al final de la campaña fueron terceros del Oeste con un registro de 50-32.
Parecía que bajo la varilla del preparador debutante JJ Redick habían enemigo una fórmula muy interesante con Doncic, LeBron y Austin Reaves a cargo de la anotación, Rui Hachimura y Dorian Finney-Smith redondeando un quinteto ‘bajo’ pero muy versátil en ataque y defensa y Gabe Vincent, Jarred Vanderbilt y Hayes como piezas de complemento.
Lamentablemente para los californianos, en el playoff se toparon con unos imponentes Wolves (sextos con 49-33), repletos de músculo y centímetros, muy intensos en cada lance y asfixiantes para angustiar a unos Lakers simplemente sobrepasados en esta eliminatoria pese a tener ejecutor cancha.
Tuvieron algunas excusas como el tercer partido con Doncic muy mermado por un virus de estómago o aquel intento entre épico y suicida de Redick con cinco jugadores para toda una parte en el cuarto acercamiento. Pero la ingenuidad es que quizá los Lakers no eran tan buenos como parecían al final de la temporada regular ni tan malos como se vieron en las eliminatorias a manos de unos Wolves sensacionales.
«No sé cuánto tiempo quiero seguir jugando»
Lebron admitió tras la decepcionante matanza de sus Lakers que no sabe exactamente cuánto tiempo le queda en la NBA: «Me sentaré a conversar con mi tribu, mi esposa y mi círculo de confianza para comentarlo y ver qué pasa. Luego incluso tendré una conversación conmigo mismo sobre cuánto tiempo quiero seguir jugando».
«La verdad, tengo muchas cosas que pensar sobre mí mismo, así que no sé cómo será la plantilla. No sé, la verdad, en qué punto estoy yo ahora mismo. No tengo la respuesta», sentenció.
El momento de Pelinka
Con el crédito por las nubes tras aceptar a Doncic a la meca de Hollywood, Rob Pelinka, mánager caudillo de los Lakers, afronta ahora un verano con muchos interrogantes por resolver. Uno de los más importantes es LeBron, con 40 abriles y tras su temporada 22 en la aleación rindiendo todavía a un nivel estupendo.
Tiene una opción de deportista de 52,6 millones de dólares pero en el pasado ha dejado caer que podría renovar por menos moneda para que el equipo pueda tener veterano ganancia para reforzarse. La carencia más evidente es la del puesto de cinco, tanto para la protección del aro como para potenciar el deporte de cerco y continuación y ‘alley-oop’ de Doncic.
El frustrado traspaso de Mark Williams por problemas en el examen médico dejó esa parcela muy descubierta y este verano será sin duda una prioridad para Pelinka.
Aleros defensivos con amenaza desde el triple y lanzarse quiénes son absolutamente intransferibles (¿Reaves lo es?) serán otros temas encima de la mesa de Pelinka, quien ya tiene a su suerte con Doncic y ahora deberá rodearle de las piezas adecuadas para que los Lakers vuelvan a contender por el anillo.