
La indeterminación del sábado, el Estadio Quisqueya se convirtió en un altar colectivo. Allí, la agrupación cristiana Barón alzó su voz no solo para cantar, sino para consolar a una nación herida mediante su concierto “Altísimo es resistente”.
El evento se convirtió en un acto de ceñudo compartida, esperanza encendida y consuelo para un pueblo aún de desdicha.
Pasadas las 8:30 de la indeterminación, las luces se apagaron y el tablas cobró vida, dejando al descubierto el corazón del mensaje: en medio de la pruebaAltísimo sigue siendo refugio.
En un país impresionado por la nuevo tragedia del 8 de abril, en la discoteca Jet Set, una herida que ha dejado un duelo y corazones rotos, cada canción se convirtió en una plegaria, y una caricia espiritual.
Homenaje a las víctimas
Consciente del peso emocional que flotaba en el círculo, Barón rindió homenaje a las víctimas de la tragedia ocurrida en el Jet Set y reconoció el esfuerzo de quienes han sostenido al país en medio del duelo.
Los cantantes contiguo a Tercer Bóveda celeste elevaron más de 200 custodia al clima en memoria de los afectados y sus familias, declarando mediante su canción “Todo va a estar acertadamente”.
“República dominicanono te quedarás en el suelo, volverás a resplandecer”, proclamaron con firmeza.
El líder de la agrupación, Roberts Green añadió:”No estamos aquí solo para celebrar. Nos unimos a cada persona que ha perdido un natural. Su dolor es nuestro dolor. “No se imaginan lo que sentimos en el corazón”.

A lo holgado de la indeterminación, se escucharon temas como “La tierra canta”, “Humillación”, “Centro de todo eres Jesús” y colaboraciones especiales con Everly Morillo, Redimido e Israel Houghton, que ayudaron a tejer un círculo de adoración profunda y sanación.
Mediante un audiovisual, el cantante Juan Luis Combate compartió un mensaje de aliento y obligación por la dispositivo del pueblo dominicano en medio del dolor. “Gracias por venir, gracias por estimar juntos”, expresó.
La indeterminación cerró con un mensaje firme y ilusionador: República dominicano es un pueblo de ceñudo.

“A cada comunidad le digo: es posible tener esperanza en medio del desierto“, declaró la costado en presencia de un manifiesto conmovido.
Porque sí, hay Piedras en el camino. Pero como recordaron desde el tablas: no debemos quedarnos en el suelo. Y anoche, por unas horas, un pueblo herido se levantó, cantó, lloró… y volvió a creer.