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El Día mundial del Beso tiene un origen muy particular y se celebra en muchos países cada 13 de abril, durante esta episodio, muchos enamorados no solo aprovechan la ocasión para expresar por medio de regalos, sino igualmente mediante uno de los gestos más significativos de intimidad, el beso.
El beso más espacioso que se haya registrado en la historia dio área a la efímero que se festeja hoy desde 2013. Ese año se realizó en Tailandia un concurso en el que una pareja se besó sin detener durante más de dos díasexactamente 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
Un estudio publicado en Ciencia en 2023 afirma que los seres humanos dan besos desde hace 4.500 primaveras. Estos gestos fueron documentados en la antigua Mesopotamia y Egipto desde al menos 2500 a. C. en delante.
La investigación describe a aquellos primeros besos con una doble funcióncomo parte del acto sexual y una muestra de afecto entre familiares y amigos.
El neurólogo Claudio Waisburgmanifestó que: “Un beso no es solo un acto afectuoso. Desde el punto de panorama neurocientífico es una tormenta química en el cerebro. Un beso conecta labios, neuronas y emociones.
“Al darse un beso se liberan oxitocinala hormona del apego; dopaminaasociada al placer y la motivación; serotoninaque brinda bienestar emocional y endorfinascalmantes naturales, detalló el doctor.
Por qué nos besamos
La antropóloga Helen Fisherprofesora de la Universidad Rutger y autora de “Por qué amamos”, analizó la función del beso y aseguró que “acariciar es un poderoso mecanismo de acoplamiento“.
Para la doctora, el beso es fundamentalmente una cuestión química, que nos hará entender si estamos frente al compañero más idóneo, porque en ese primer contacto íntimo, a través de los olores, sabores y señales químicas, percibimos el estado de sanidad del otro.
7 Curiosidades de los besos
- El beso romántico “es un comportamiento popular en más del 90% de las culturas conocidas”, según un estudio publicado en la Biblioteca Franquista de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
2. Un origen evolutivo en los primates.
Podría tener su origen en un ritual de precisión entre primates. Según un estudio publicado en Evolutionary Anthropology, una habilidad popular en chimpancés y otros grandes simios en la que revisan el pelaje de sus compañeros con los dedos y utilizan los labios para quitar la suciedad habría transmitido paso a este seña afectuoso que los humanos heredamos.
- Una útil para evaluar posibles parejas.
Por otra parte de ser una expresión de afecto, acariciar tiene funciones evolutivas fundamentales: permite evaluar químicamente a un compañero y activa instintos relacionados con la reproducción. Investigadores de la Universidad de Oxford concluyeron que acariciar ayuda tanto a designar a una pareja potencial como a perdurar relaciones estables a espacioso plazo.
- Un indicador de satisfacción sexual.
Estudios científicos sugieren que la frecuencia con la que se besa puede reverberar el nivel de satisfacción sexual en una relación. Una investigación publicada en Sexual and Relationship Therapy reveló que los besos frecuentes son un cachas indicador de una vida sexual saludable y de una conexión emocional sólida entre las parejas.
- Contribuyen al vínculo monógamo.
De acuerdo con un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, la oxitocina ,conocida como la “hormona del bienquerencia” desempeña un papel secreto en la fidelidad masculina. En los hombres, ayuda a robustecer el vínculo con su pareja, mientras que en las mujeres, su libramiento durante el parto y la amamantamiento fortalece el apego madre-hijo.
- Reducen el estrés y favorecen el bienestar emocional.
Una revisión de investigaciones publicada en Nature Human Behaviour destaca los beneficios del contacto físico —incluidos los besos y abrazos— sobre la sanidad física y mental. Se ha comprobado que este tipo de interacción disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y favorece el compensación emocional y cognitivo en personas de todas las edades.
- Las parejas que se besan más comparten microbiota hablado.
El intercambio frecuente de besos influye incluso a nivel biológico. “Cuantos más besos se da una pareja, maduro es la similitud en las bacterias orales que comparten”, señalan Jessica Gil Serna, microbióloga de la Universidad Complutense de Madrid, y Alejandro Mira Taller, investigador sénior. No obstante, este engendro igualmente tiene un banda placa: con el tiempo, una persona con enfermedad periodontal puede transmitir bacterias dañinas a su pareja.
El beso, aunque avala a funciones biológicas, igualmente está atravesado por tradiciones culturales de hace miles de primaveras. Sobre esta habilidad cotidiana aún desliz mucho por investigar.
Por: Alanny Encarnado
