Antonio Espaillat, propietario del Jet Set Club, se refirió este miércoles a la tragedia ocurrida recientemente en el establecimiento que cobró la vida de 232 personas, donde parte del techo de plafón y yeso colapsó durante una actividad. En una entrevista concedida al software El DíaEspaillat explicó que este ha sido un problema recurrente desde la fundación del específico hace más de tres décadas.

“Desde que lo fundamos en ese específico hace 30 abriles, teníamos el techo en plafón y yeso, y siempre se nos caían los plafones y el yeso. Por eso el polvo blanco”, afirmó el patrón. Según detalló, la caída era provocada principalmente por filtraciones de agua provenientes de los aires acondicionados. “No nos dábamos cuenta porque los plafones de yeso no se abomban, sino que absorben el agua y caen”, agregó.

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Espaillat señaló que a lo liberal de los abriles se realizaron múltiples reparaciones para reemplazar los plafones dañados. Incluso, aseguró que el mismo día del evento se hicieron arreglos. “Siempre estábamos cambiando plafón. El mismo día de la actividad cambiamos”, dijo.

¿Se pudo evitar?

Frente a la pregunta de si el incidente pudo haberse evitado, respondió con firmeza: “Si hubiera sido poco que se pudiera evitar, usted puede estar segura de que yo lo hubiera tratado de evitar”. El patrón además destacó que su tribu se encontraba presente en el evento. “Mi hermana estaba ahí. Mi superiora estaba ahí todo el tiempo además. A salvo, por un tema de responsabilidad, yo no lo hubiera permitido. Pero no hubo ningún aviso, todos nos sorprendimos”.

Espaillat recalcó que la situación fue inesperada y que, aunque el mantenimiento era una destreza constante, no hubo señales que permitieran prever lo ocurrido.