

El autor es contador conocido facultado. Reside en Miami.
Estados Unidos de América (EUA), con 360 millones de habitantes y poderosa finanzas, es gran mercado para países cercanos y se ha consolidado como el principal socio comercial de Quisqueya hace varias décadas, más aún desde el 5 de agosto de 2004 cuando se firmó el Tratado de Desocupado Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y EE. UU. (CAFTA-DR), el cual eliminaba las barreras a las exportaciones entre las partes.
La aspiración de los negociadores dominicanos era muy clara: la intensa costura llevada a extremo por más de un año produjo como fruto un acuerdo comprensivo y balanceado a través del cual se eliminarán los aranceles y otras barreras al comercio de beneficios y servicios entre los países, brindando un situación adecuado para mejorar y aumentar las exportaciones de Quisqueya al principal mercado del mundo y para promover la inversión, el crecimiento financiero y nuevas oportunidades de empleo en el país
Hoy hay una nueva delegación encabezada por nuestra embajadora nueva en Washington, con más experiencia que muchos vicecancilleres. Por eso ella y equipo de ministros y su principal Roberto Alvarez, por escrito presentarán evidencia que debe adivinar el Presidente Donald Trump.
El caso dominicano es entendible y vía Jamieson Greer -el representante comercial de EUA- se puede concertar intereses bilateralmente.

Han transcurrido 16 primaveras desde que entró en vigencia el tratado, en 2009, y hoy EE. UU. recibe el 47% de las exportaciones dominicanas, lo cual significó un monto de $18.227 millones en 2024. Sin confiscación, la transigencia construida a partir del CAFTA-DR cambiará correcto a las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente Donald Trump el pasado 2 de abril, incluyendo a RD en la serie de países que deberán respaldar un nuevo impuesto del 10%.
Si aceptablemente es innegable que este seguirá siendo un socio de gran peso para el país, por su cercanía geográfica y por la esforzado relación que ya existe entre los dos mercados, las nuevas reglas impuestas por Washington hacen resurgir un debate que ya se ha generado en otras ocasiones: ¿puede RD aminorar su dependencia comercial con respecto a Estados Unidos?
No.
¿Qué se está haciendo?
Ministerios siguen posicionando la proposición exportable del país en los diferentes mercados internacionales. En este contexto dicen hacer un llamado a la confianza y la serenidad durante este espacio de dialogo positivo que estamos sosteniendo con nuestros socios norteamericanos.
Trump anunció posponer sus aranceles 90 días, pero hay poco nuevo: negarse a firmar un acuerdo de intercambio de datos con el Área de Seguridad Franquista (el IRS) actuó aceptablemente.
Si tienes permiso de trabajo en EUA pero no eres residente full y llenas income tax para que te devuelvan lo retenido, estarás en serie de deportación por acuerdo firmado. Debemos despellejar duramente a la Empresa Trump por intentar utilizar los datos del IRS para proporcionar las deportaciones. Por eso renunció la directora del IRS hace pocos días.
Una proposición exportable más diversificada y con nuevos destinos, le permite a RD la posibilidad de avanzar en dirección a una beocio dependencia de un solo mercado, siempre que se acompañe de políticas de promoción, inteligencia de mercados, facilitación del comercio y compañía empresarial.
ProDominicana, los embajadores, cónsules, Industria y Comercio y todos juntos deben empujar. No nos puede tratar así, Mr. Trump.
En la hogaño, cerca del 90% de las exportaciones dominicanas se genera bajo 20 acuerdos comerciales vigentes con distintos países o regiones, tales como Canadá, Pimiento, China, Colombia, Corea, Comunidad del Caribe (Caricom), México, Perú, Reino Unido, Singapur y la Asociación Europea de Desocupado Comercio, entre otros. Se paciencia que los tratados recientes y aquellos que están en proceso de negociación contribuyan a ampliar la presencia en otros mercados.
Los aranceles limitan exportaciones chinas y del mundo a EUA, pero la proposición permuta del foráneo se le acaba a Trump y pierde popularidad, no van fábricas a EUA y se registra una estanflacion en EUA y todo más caro. Subir sueldos y dar subsidios no es decisión.
JPM
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