
Punta Cana. Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien gobernó la República Dominicana durante más de tres décadas con mano de hierro, fue asesinado la sombra del 30 de mayo de 1961 en una emboscada mientras se dirigía en dirección a su ciudad nativo, San Cristóbal.
El atentado ocurrió en la carretera, cerca del kilómetro 9, cuando un clan de hombres armados, en su mayoría antiguos colaboradores del régimen y miembros de la élite doméstico, interceptaron el transporte del dictador y lo abatieron.
Trujillo, conocido por instaurar uno de los regímenes más represivos de América Latina, viajaba sin escolta marcial, hecho que facilitó su ejecución.
Su crimen fue motivado por el creciente descontento doméstico, la presión internacional, especialmente desde Estados Unidosy el daño de su relación con sectores del poder financiero y político del país.
El intento de crimen contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt, atribuido a órdenes de Trujillo, todavía intensificó el rechazo mundial en dirección a su régimen.
Aunque su asesinato no disolvió inmediatamente el trujillismo, marcó el inicio del proceso en dirección a la tolerancia democrática en la nación caribeña.
La vencimiento de su caída sigue siendo recordada como un hito histórico en la lucha por la autogobierno y la neutralidad en la República Dominicana.
Relacionado